Algunos de los síntomas principales que nos pueden advertir de que nuestra autoestima no está en el mejor momento son los siguientes:
• No tengo seguridad en mí mismo
• No expreso mis gustos u opiniones por miedo a ser rechazado o por pensar que mis opiniones no tienen el mismo valor que las opiniones de los demás
• No me siento merecedor de las cosas buenas de la vida
• No me esfuerzo por conseguir lo que quiero ya que de antemano creo que no lo voy a lograr
• No me relaciono con los demás como me gustaría ya que pienso que no voy a hacerlo bien y me van a dejar de lado
• Necesito la aprobación de los demás con mucha frecuencia
• Me dejo pisar con facilidad ya que no me atrevo a imponerme cuando es necesario
• Veo al resto de personas como superiores a mí y me gustaría ser como ellos
• Temo decir lo que siento ya no tal vez no les guste a los demás lo que digo
• Suelo atribuir a causas externas mis logros y a causas internas mis fracasos
• Casi nunca estoy contento con lo que hago ya que creo que podría estar mejor
• No me siento feliz
• Me cuesta acabar lo que empiezo ya que me desmotivo con mucha facilidad
• La toma de decisiones se convierte en algo muy difícil ya que creo que decida lo que decida va a ser la opción incorrecta así que me dejo llevar por lo que decidan los demás, aunque sea de mi propia vida
• Pienso en mis debilidades y casi nunca me paro a pensar en mis fortalezas
• Me siento nervioso la mayor parte del día
• Me es casi imposible tomar la iniciativa
• Me siento evaluado casi constantemente en situaciones sociales
• Me siento culpable
• Me siento poco atractivo
• Envidio la vida de los otros
• Siento que no tengo nada que aportar