QUIMÉRICA ARMONÍA
Si yo
estuviese en armonía
Con el
Universo, no dañaría
los árboles,
ni arrancaría
sus verdes
hojas,
ni los
cortaría sin piedad.
No ensuciaría
el piso,
sino que
limpiaría y recogería
los papeles y
basura,
esparcidos
por ahí y con
mi ejemplo
enseñaría a los demás.
Adornaría y
embellecería con
pinturas de
colores, las paredes
de mi
edificio o de mi calle.
Sembraría
plantas con flores
muy hermosas,
donde cada mañana
revolotearían
las mariposas.
Si yo
estuviese en armonía con el Universo
saludaría a
todas las personas
que
encontrara en mi camino,
un ¡Hola!, un
¡Buenos días señora!
y con una
gran sonrisa iluminaría
el día del
solitario y amargado
y
quizás, es mi anhelo muy profundo,
él repetiría
ese saludo con
su jefe o su
empleado.
Si los jefes
de Estado estuviesen
en armonía
con el Universo,
no seguirían
alardeando
quien tiene
la bomba más potente
y
quien la lanzaría primero,
para acarrear
una mortandad,
se dejarían
de idioteces
reconocerían
que no son “dioses”,
sino simples
mortales y se abrazarían
olvidando
viejas rencillas
ancestrales,
odios que no saben
cuando
empezaron,
pero que es
tiempo de terminar.
Si todos los
niños estuviesen en
armonía con
el Universo,
le enseñarían
sus padres
la nobleza de
amar, rescatarían a
todos los
perritos y gaticos
abandonados
por ahí,
y no quedaría
ninguno sin hogar.
Que
maravilloso sería el mundo,
Si todos los
humanos
estuviésemos
en
armonía con
el Universo.
Nancy Aguilar
Quintero
Santiago de
Chile,
2018-01-09
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